
Recientemente, el parche de agosto para la versión 24H2 de Windows 11 fue señalado como el culpable de graves fallos en discos de estado sólido (SSD).
En base a los mensajes reportados por usuarios, sus unidades desaparecen del sistema o sufren corrupción de datos al manejar grandes volúmenes de información.
De hecho, al principio la culpa recayó en Phison, un importante fabricante de controladores para SSD. Sin embargo, ni Phison ni Microsoft pudieron replicar los fallos, lo que llevó a ambas compañías a negar cualquier problema con la actualización.
Desde Redmond emitieron un comunicado oficial afirmando que «no había evidencia» de que la actualización estuviera dañando los discos. Entonces, si no fue Windows, ¿qué fue?
El misterio resuelto: El culpable inesperado que no estaba en Windows 11
La respuesta llegó de un grupo de usuarios chinos llamados PCDIY!, quienes se encuentran investigando el asunto a fondo.
Al parecer, el verdadero problema no estaba en Windows 11, sino en una combinación poco común: firmware de prueba instalado en algunas unidades SSD.
Dichas versiones preliminares del firmware reaccionaban de forma anómala tras la actualización de Windows 11, provocando los fallos.
No obstante, este descubrimiento fue crucial y resolvió el misterio. Poco después, Phison confirmó estos hallazgos en sus laboratorios, dando plena credibilidad a la explicación.
Asimismo, esto también aclaró por qué ni Microsoft ni Phison pudieron encontrar el error en sus pruebas iniciales: solo trabajaron con unidades que tenían firmware final y validado, no con las versiones de prueba.
¿Cómo proteger tu SSD? Guía rápida
La buena noticia es que si compraste tu SSD a través de canales oficiales y de distribuidores de confianza, en principio no debes preocuparte, ya que tu unidad cuenta con el firmware final, diseñado para ser estable y seguro.
Por otro lado, para aquellos que sí experimentan problemas, la solución es sencilla: actualiza el firmware de tu SSD.
Esta es una buena práctica, pero además deberás realizar una copia de seguridad de tus datos antes de cualquier actualización de firmware para evitar cualquier riesgo.
En conclusión, la narrativa de que «Windows 11 dañó los SSD» resultó ser un falso rumor. La verdadera causa fue una interacción imprevista entre un firmware de prueba y una actualización del sistema.
Como verán, este caso subraya la importancia de usar productos con firmware final y la rapidez con la que las comunidades de usuarios pueden resolver misterios tecnológicos que las grandes compañías no logran detectar.
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(S.M.C)